Se declaró enemigo de lo que él considera retaliación y
aseveró que la misma se trata de una convicción muy personal.
“A mí me hicieron muchas críticas porque cuando me llevaron
el caso de Leonel Fernández con la famosa fundación Global y otras cosas más yo
dije que eso no era verdad”, indicó Mejía.
Declaró que nunca fue boschista
o balaguerista pero que
después fue ambos cuando asumió la presidencia.
“Ya ellos estaban enfermos y fui su hijo, su presidente y me
involucré con sus hijos y empleados, dedicándole tiempo a ambos. Iba a la casa
de Bosch cada quince o treinta días y en el caso de Balaguer mis pleitos del
pasado se redujeron a la nada”, rememoró Mejía.
Reiteró que los ex presidentes deben tener privilegios y que
lo ocurrido en otros países al momento de su gobierno decidió no replicarlo en
República Dominicana.
“Y yo se los dije a los gringos que no iba a aplicar esa
fórmula aquí a pesar de que eran mis contrarios incluyendo a Leonelito”,
concluyó Mejía.
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